“y si volviere en paz a casa de mi padre, Jehová será mi Dios. Y esta piedra que he puesto por señal, será casa de Dios; y de todo lo que me dieres, el diezmo apartaré para ti.”
— Génesis 28:21-22

Las revelaciones de Jacob
Un Dios personal (Jehova será mi Dios)
Cada individuo, de diferente forma, debe tener un encuentro y una relación íntima y personal con el Dios del universo.
Ese el punto de quiebre, el momento que cambia el rumbo del destino. El nuevo nacimiento. Nada volverá a ser igual, el hombre nuevo comienza a surgir y la verdadera transformación se da.
Un Dios testimonial (puso una piedra por señal)
Conviene que yo declare las señales, que el alto Dios ha hecho con migo.
Me seréis testigos
Vayan y digan que no esta aquí, pues el ha resucitado…
Muchos Dioses con sus historias había en la tierra, pero Jacob, contaría la historia del Dios que le hablo en Bethel. Donde vio una escalera que subía hasta el cielo y angeles bajaban y subían por ella.
Un Dios en lo material. que toca el bolsillo para bendecirlo. De todo lo que me dieres el Diezmo apartaré para ti.
La conversión a Dios debe incluir una forma diferente de ver las finanzas. Ahora Dios cuida de mi y me da el privilegio de participar en su obra con la décima parte de todo lo que gane.
Dios bendecirá mi camino, prosperare en todo lo que emprenda. Recibiré inspiración e iluminación para generar riqueza, por lo tanto yo contribuiré con el diez por ciento de todas mis ganancias.
Diezmar es un privilegio no una obligación.
Diezmar es voluntario nunca forzado.
Diezmar es un acto de fe, no religioso.