
Mis notas de hoy
“Entonces subieron todos los hijos de Israel, y todo el pueblo, y vinieron a la casa de Dios; y lloraron, y se sentaron allí en presencia de Jehová, y ayunaron aquel día hasta la noche; y ofrecieron holocaustos y ofrendas de paz delante de Jehová.”
Jueces 20:26
Que hacer cuando estamos en angustia?
Habían perdido varías batallas donde vidas de sus hermanos fueron cegadas. El dolor y la confusión llenaba su mente y corazón. La causa era justa, su ejército numeroso y capacitado, con todo ello, experimentaron derrota y desánimo.
Esta historia nos dice: que hacer en momentos de crisis.
“Vinieron a la casa de Dios”
No hay lugar más apropiado cuando tenemos problemas.
“Es mejor un día en sus atrios, que mil fuera de ellos”
El lugar donde Dios ha prometido poner sus ojos y afinar su oído al clamor de sus hijos.
Señor llévame a tus atrios, al lugar santísimo, era el clamor del salmista.
“Lloraron”
Expresar nuestra ansiedad delante de Dios es lo mejor que podemos hacer.
Las emociones desbordadas en el altar de Dios es el mejor diván de terapia y consejería.
Derramar nuestra alma, con gemidos indesibles, lamentos del corazón, trae paz y claridad mental.
“Se sentaron en la presencia de Jehova”
No tenían prisa, querían experimentar las caricias de Dios, hablar con el, escuchar su voz y expresar toda duda y confusión de corazón.
“Sentarse en su presencia”equivale a dejar que nuestra alma se deleite con Dios, saboreando cada momento. Llegar a ese nivel de espiritualidad es vital.
“Ayunaron’
El ayuno es recomendado por infinidad de razones y siempre traerá beneficios a quien lo practica. En el aspecto religioso el ayuno nos purifica espiritualmente para acercarnos más a Dios y escuchar su voz con mayor nitidez.
“Ofrecieron holocaustos y ofrendas de paz”
Siempre es recomendable presentar una ofrenda delante de Dios, implorando así, su misericordia y protección.
Al ofrendar, demostramos nuestra dependencia y fe en el todopoderoso. Y nos mandamos un mensaje a nosotros mismos: Dios es nuestro proveedor y su bendición es mayor que cualquier riqueza material.
Si seguimos la historia de este capítulo, leeremos como Dios les responde con una victoria contundente sobre los enemigos. Porque Dios escucha, responde y bendice a todo aquel que se humilla ante el.
!No te confundas! Acude a su casa, deja que tus emociones salgan ante su altar, ayuna, deléitate en su presencia y ofrece una ofrenda ante Dios. La respuesta positiva vendrá.
Lo demás es lo de menos.