Un sentimiento de autoridad se apodero del corazón del Maestro, cuando vio el gran negocio de la religión. La casa de oración para todas las naciones se había convertido en guarida de mercenarios, avaros comerciantes y ladrones sin escrúpulos. Lo único que importaba era hacer negocio, despojar al compungido penitente que llegaba en busca de paz interior.
Jesús hizo un látigo y con el en mano, volcó las mesas de los cambistas y de los que hacían negocio vendiendo ovejas y palomas para el sacrificio. He hizo una gran declaración: Mi casa, casa de oración será llamada, para todas las naciones.
El Maestro nunca estuvo en favor de la violencia. El aconsejo poner la otra mejilla, dar la capa si te quitan la túnica y caminar la segunda milla si te obligan a llevar la carga una milla. Pero en esta ocasión lo vemos actuando enérgicamente ante un acto insoportable. Y es que en muchas ocasiones tenemos que ser firmes y dejar de jugar, de coquetear y de tolerar algunas cosas dañinas en nuestras vidas.
Dice el que fuma: “me ha costado tanto este vicio, y tu quieres que lo deje de un día para otro”? pues mientras sigas justificando con argumentos “chistositos” ese mal habito, estas caminando muy cerca de tu propio enfisema pulmonar.
¿Y que del que esta atrapado con el licor? ¿Que chistes se dice para seguirlo haciendo? Y hasta se canta sus propias cancioncitas, arrullándose a si mismo, para llegar a convertirse en un alcohólico.
Igual nos pasa con un sin fin de malos hábitos que toleramos, que permitimos y que hasta defendemos y justificamos con uno y mil argumentos.
¿No crees que es tiempo de pararte firme y cortar de una vez por todas con ese mal habito que tienes en tu vida?
Si tu y yo seguimos tolerando pecadillos de murmuración, critica, chisme, auto condenación, baja autoestima, etc. Si no tomamos un látigo y comenzamos a correrlos de nuestras vidas, parándonos firmes ante ellos; Un día ellos nos conducirán a un final muy doloroso.
Así que toma estos cinco concejos para acabar con los malos hábitos que están minando tu vida.
- Obsérvate a ti mismo y enumera tus vicios y malos hábitos
- Ora a Dios pidiendo su ayuda, fortaleza y protección
- Trázate como meta cortar con todo mal habito, no lo toleres, no lo justifiques, no le argumentes, simplemente, si te esta impidiendo crecer. Quítalo.
- Entiende que es fácil crear malos hábitos y que es muy difícil quebrarlos, así que se paciente y perseverante.
- Aprende que la adrenalina esta siempre que se cruza la meta. Así que, enójate con el conformismo y la mediocridad y trázate una meta digna. Cuando la alcances experimentaras una sensación de bienestar, victoria y bendición en tu vida.
Tu y yo, nuestro cuerpo, mente, y espíritu fueron creados para propósitos muy elevados, no permitas que tu vida se convierta en un almacén maldad, dominada y dirigida por malos hábitos.
Animo si se puede, Dios esta de tu lado.