
Mis notas de hoy
“Gocémonos y alegrémonos y démosle gloria; porque han llegado las bodas del Cordero, y su esposa se ha preparado. Y a ella se le ha concedido que se vista de lino fino, limpio y resplandeciente; porque el lino fino es las acciones justas de los santos.”
Apocalipsis 19:7-8
- Un llamado a hacer fiesta
La alegría y el regocijo no están prohibidas para Los Santos. Dios ama ver a sus hijos felices y con ánimo de disfrutar. En una visión De la Iglesia a punto de sellar su unión y compromiso final con Cristo, el llamado es a no estar triste.
Sin duda que muchas tragedias y catástrofes han pasado. Posiblemente hay recuerdos vivos y frescos en la memoria de los santos, acerca de las vicisitudes y dolores por los que han pasado, pero el llamado es a la alegría.
!Gózate hermano! si tienes a Cristo en tu corazón. El sufrimiento es pasajero. El dolor acabará. Tu recompensa viene. El que hace justicia verdadera ha puesto sus ojos en ti.
- Las bodas del Cordero.
Una ceremonia donde (Cristo) el novio, sella para siempre su compromiso de amor con (su iglesia) la novia. La labor de redención que comenzó en la encarnacion se culmina con un gran banquete en los cielos. Los miles de redimidos convocados para una gran fiesta. Tiempo en que Dios enjugará toda lágrima. Tiempo en que diremos: valió la pena.
Tiempo de dar gloria a Dios, adorar al redentor y regocijarnos. - La novia.
Vestida de lino fino que representa sus acciones buenas, su filantropía y su servicio desinteresado a la humanidad. La iglesia de Cristo adorna y engalana la
predica del evangelio cuando ayuda a su comunidad. Las obras no salvan, pero los salvos hacen muchas obras de caridad por amor y misericordia en agradecimiento por la gracia divina.
El lino es limpio y resplandeciente.
Habla de la santidad, las buenas intenciones y la pureza de las acciones que ejerce la iglesia. La iglesia camina en santidad, la combinación de servicio al prójimo y consagración a Dios hace que la iglesia brille con intensidad.
Un día estaremos en esta gran celebración, seremos protagonistas principales (la novia) en ese banquete celestial. Por lo tanto no desmayemos, regocijémonos con esta promesa que ya pronto se cumplirá.