Los dineros del ministro

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Has escuchado la historia detrás del dicho:” limosnero y con garrote”?

Se dice que un hombre adinerado al mirar a otro que sufría para obtener el sustento diario fue movido a misericordia y decidió extenderle su bondad ofreciéndole una pequeña casita para que viviera y proveyéndole comida y vestido.

El pordiosero se manifestó muy agradecido al principio, pero algunas veces que su benefactor se tardaba por alguna razón en proveerle para sus necesidades se sentía desesperado e inquieto. Cuando ya tomo confianza comenzó a reclamarle: Que le daba muy poquito, que estaba muy incomodo en esa casucha, que le pusiera mas atención, que el no merecía eso. Finalmente, un día cuando el buen samaritano se acerco a la cabaña para proveerle al pordiosero, este lo estaba esperando con un garrote en la mano, sumamente alterado y dispuesto a golpearlo argumentando que se lo merecía por tacaño y mentecato.

Al oír esta verídica historia un vecino exclamo el famoso adagio: “limosnero y con garrote”

Este suceso suele repetirse muchas veces en la vida, pasa entre esposos, en la relación padre e hijo, en los círculos obrero-patronales y hasta en el gobierno.

Si recibimos algún regalo, un favor, o beneficio es muy bueno, pero que no se nos olvide agradecer, bendecir y corresponder a quien nos ha ayudado tan generosamente. No pasemos por alto que la dadiva no es obligación y mucho menos pensemos en vivir de estas, sino que generemos nuestro propio sustento, es decir que no se nos haga un habito vivir de la piedad de los demás.

La biblia dice que Pablo el Apóstol, llego a la ciudad de Corinto predicando el evangelio de una manera diferente. Porque mientras que en otros lugares les enseno a sustentar y bendecir al que les proveía la palabra, en Corinto el se puso a trabajar con sus manos para no ser carga alguna, pero eso lo hizo por un sentimiento muy personal y no que esa fuera la regla.

Dos cosas terribles pasaron de esa decisión.

  1. Los enemigos comenzaron a decir que esa era una prueba de que Pablo no era apóstol. Y los descalificaban por barato.
  2. Los propios corintos se habían acomodado a escuchar el evangelio sin hacer esfuerzo alguno para proveer para las necesidades básicas del mensajero.

Pablo tiene que dedicar un capitulo entero 1 Cor. 9 para defender este punto.

Dentro de toda la explicación y argumentos que el da se destacan estos:

  1. ¿Quien fue jamás soldado a sus propias expensas? Vr.7

Este es un buen ejemplo tomado de la milicia, ya que los corintios estaban muy acostumbrados a ver las tropas romanas que defendían y representaban al imperio, al igual que otras pequeñas compañías que cruzaban por sus tierras. Ninguno de estos soldados se proveía a si mismo para ejercer su oficio, sino que el emperador para el que trabajaban y a quien representaban les distribuía el vestuario y el sustento necesario para que ellos se dedicaran a su labor. ¿Ha visto usted un soldado trabajando para comprar su uniforme? hacienda algún negocio para proveerse a si mismo su armamento?   ejercer su labor y luego salir a buscar el sustento para sus familias? La respuesta a todas estas preguntas es un rotundo NO. y la metáfora es clara: Los ministros del Señor son soldados de paz enviados a establecer el reino de Dios en la tierra y debemos de proveerles para que realicen su labor con diligencia.

  1. ¿Quien planta vina y no come de su fruto? Vr.7

Los que tenemos la dicha de haber plantado alguna vez un árbol o una hortaliza sabemos del placer que se siente recolectar el fruto fresco y sabroso de un árbol que viste crecer, que regaste, que podaste y abonaste. Seria una locura que al tiempo de la cosecha un extraño venga a contarte los chiles que debes cortar de la planta que tu hiciste crecer. ¿No crees?

Así También el ministro del evangelio que aconseja, que predica la palabra a tiempo y fuera de tiempo, que esta con las personas en sus crisis, que los acompaña en la cárcel, la funeraria o el hospital, pero que, además, los ve crecer en sus negocios y sus carreras profesionales. El tiene todo el derecho de comer de los frutos de esos arboles y es ingrato aquel que una vez prosperado se vuelve mezquino con su mentor, pastor, rabino, sacerdote o ministro.

  1. ¿Quien apacienta el rebano y no toma de la leche del rebano? Vr7

Pablo hace una ultima pregunta que tiene una respuesta lógica. Todos sabemos que si alguien apacienta un rebano tiene derecho a los beneficios que el mismo otorga. La lana, la leche y la carne que los bovinos producen son el beneficio del pastor. Estaría fuera de si quien se niegue a beneficiarse del producto de su rebano y también seria una injusticia total que un extraño venga a racionar tales bendiciones.

  1. Dice que esos ejemplos son solo terrenales pero que, en la ley de Dios, esta una prohibición que tiene que ver con los obreros y predicadores del evangelio

“NO PONDRAS BOZAL AL BUEY QUE TRILLA” Vr. 8.9

Por si les parece poco Pablo se va de la tierra al cielo y baja una prohibición que quedo marcada en la Ley divina. Por decreto divino estaba establecido como un pecado afrentoso delante de Dios y la sociedad que en el creyera. Si alguien usaba un buey para arar la tierra, ayudarse a sacar la cosecha y trillar el trigo debería también dejar que el animal se alimentara de la misma. Dios aborrece la crueldad hasta en los animales

Pero la aplicación del predicador de Tarso; Dios no se

preocupa mas de los animales que de nosotros.

Cuando dice NO PONDRAS BOZAL AL BUEY QUE TRILLA. Lo dice por nosotros los que hacemos la labor pastoral en la sociedad.

  1. Hace alusión a la esperanza del que ara y del que siembra Vr10

En este verso el argumento se va a la lógica y dice: ¿quien trabaja sin esperanza de alguna recompensa?, no hay nadie en el mundo que lo haga. Todos, el labrador, el obrero de la fabrica, la recamarera, el abogado, el jardinero, el profesor y hasta el presidente de un país hacen su trabajo con la esperanza de una recompensa. ¿Pablo dice y por que el predicador del evangelio no ha de tener una remuneración digna de su vocación? Si la vela por la vida espiritual de las personas, si oficia matrimonios, funerales, bautismos, presentaciones, si predica, si visita los hospitales y las cárceles, si da consejería, si además estudia para superarse y así representar de manera mas digna a su congregación. ¿Por que no se le ha de dar una compensación generosa?

  1. La labor espiritual que realizamos como siervos en realidad es impagable. ¿Si sembramos entre vosotros lo espiritual, es gran cosa que seguemos entre vosotros lo material? Vr11

¿Como Podemos pagar la salvación de nuestras almas? ¿Que recompensa podemos dar al ser instruidos en las verdades eternas? ¿Que salario merece quien vela por nuestras vidas? ¿Que precio tiene la transformación de nuestras familias? Definitivamente nuestra existencia ha sido rediseñada para la eternidad por la predicación del evangelio. ¿Podemos recompensar adecuadamente a quien ejerce tan loable labor?

  1. Y concluye diciendo que los que trabajan en las cosas sagradas comen del templo, y que los que sirven al altar del altar participan, ya que así ordeno también el Señor que “los que predican el evangelio vivan del evangelio. Vrs. 13 y 14

Esto lo tenían muy bien presente los judíos del tiempo de Pablo quienes sabían que cuando iban a presentar una ofrenda delante de Dios lo mejor del sacrificio era para el ministro además que tenían almacenes en la casa de Dios para depositar y conservar las primicias, diezmos y ofrendas que el pueblo traía para el sostenimiento de los que servían en la casa de Dios.

Y termina este argumento diciendo que

ORDENO EL SENOR QUE LOS QUE PREDICAN EL EVANGELIO VIVAN DEL EVANGELIO.

hace tiempo hoy la historia de un ladron de ovejas que queriendo sorprender al pastor y robarle una, se acerco al aprisco en la penumbra de la noche, cuchillo en mano tiro el agarrón a el primer lomo que toco. Pero resulta que el animal asustado comenzó a chillar como marrano…….y efectivamente era un marrano que solía dormir entre el ganado. El ladrón confundido soltó el marrano y exclamo lo siguiente. “la chilladera que haces y ni lana das”

Moraleja: muchas personas se sienten ofendidas y lastimadas porque los pastores viven del evangelio haciendo tanto ruido por ello, sin embargo, si les preguntas: ¿cuanto dinero has dado para el sostenimiento de tu parroquia? o si revisas los libros de ofrendas y diezmos de la iglesia donde ellos asisten te sorprenderás de que gastan mas dinero alimentando sus mascotas que en la iglesia.

Bendice a tu ministro, siempre que puedas.

 

 

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