Viernes de crusifixion

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Jesús es arrestado.

Entre el final del jueves y el comienzo del viernes, una turba con antorchas y palos llegan al monte de los olivos; Judas era el guía. Cuando Judas ve Jesús se adelanta, le da un beso en la mejilla y le dice: salve Maestro. (esa era la señal que el había dado a los enemigos:  a quien yo salude con un beso, ese es) Jesús Saluda a Judas con una interrogante: ¿Con un beso entregas a tu maestro? En seguida les pregunta: ¿a quien buscáis? Ellos responden a Jesús de Nazaret—- El dice: Yo soy y cuando el les dice esas palabras todos caen a tierra. Y eso sucedió tres veces, mas ellos no desistieron de su misión. Pedro, tratando de defender al maestro, saco su espada y arremetió contra el que parecía mas aferrado, un tal Malco, y le cerceno la oreja. Jesús reprende a Pedro, restaura la oreja de Malco y dice: Pedro el que a hierro mata, a hierro muere.

 

 

Jesús es puesto preso, humillado y azotado

Los discípulos huyeron y algunos le siguieron, pero de lejos, otros como Pedro fingieron que no eran discípulos y se colaron hasta el patio de la cárcel donde le estaban juzgando. Había testigos falsos. ! ¡Nunca ha habido un juicio mas rápido y con tantos atropellos!  Inmediatamente le investigaron, mas realmente no hallaban de que acusarle y mandaron azotarle. Los soldados le quitaron su ropa, le pusieron una capa roja, una corona de espinas, le cubrieron los ojos, golpeándole el rostro con una cania y escupiéndole decían: ¿adivina quien te pego? Mientras tanto Pedro es descubierto y acusado de que también es discípulo de Jesús y Pedro miente, maldice y niega a Jesús.

 

 

Jesús es sentenciado

Al amanecer Jesús es enviado a Pilato el gobernadora Romano, Judas se da cuenta de su maldad y trata de regresar el dinero que le dieron por entregar al maestro, mas no es aceptado de regreso. Pilato interroga a Jesús personalmente diciéndole: ¿eres tu el Rey de los Judíos? Jesús responde: Tu lo dices. Y no abrió mas su boca, por lo que Pilato quedaba aun mas maravillado. Además, su mujer le había advertido que ella tuvo un sueno donde le decían que Jesús era inocente y le pedía: no tengas tu nada que ver con ese Justo. Pilato estaba ante un dilema, lo pensó bien y tratando de salvar a Jesús apelo a la tradición de soltar un preso en la Pascua. Pilato consulta al pueblo preguntando: ¿a quien quieren que os suelte a Barrabas el criminal o a Jesús llamado el Cristo? El pueblo escogió, insistió, coreo el nombre de Barrabas. Pilato no puede hacer nada mas, manda traer un traste con agua, se lava las manos delante del pueblo y dice yo soy inocente de la sangre de este Justo. El pueblo responde: su sangre sea sobre nosotros y sobre nuestras generaciones.

 

Jesús es camina hacia el calvario

Vuelven a azotar a Jesús y a injuriarle, le preparan su Cruz y los hacen cargar por las calles de Jerusalén con rumbo al calvario, la multitud se arremolina ante el espectáculo. Cada vez que cae lo levantan las maldiciones de los soldados y un latigazo. Unos están asombrados, las mujeres lloran, Jesús cae y se levanta, se desangra en el camino polvoriento que bebe sediento cada gota. Los soldados obligan a alguien a ayudarle con la Cruz un tal Simón de Cirene. Y así llegan hasta el monte llamado de la Calavera.

 

Jesús es crucificado

En el monte calvario le crucifican, grandes clavos atraviesan sus manos y sus pies para fijarlo a la cruz. El castigo consistía en clavar vivo al criminal en la cruz y así dejarlo para que lo calcinante del sol le torturase hasta morir, allí se les dejaba como espectáculo publico hasta que exhalaran su ultimo aliento. Era una muerte preparada para los mas terribles criminales. Otros dos malhechores fueron crucificados juntamente con Jesús, uno a su derecha y otro a su izquierda uno le injuriaba y le decía: si eres el hijo de Dios bájate de le cruz, sálvate a ti mismo y a nosotros, mas el otro le reprendió diciendo: ¿ni aun en estas condiciones te arrepientes? Y se dirigió a Jesús diciéndole: Acuérdate de mi cuando vengas en tu reino. Jesús le dijo: hoy estarás conmigo en el Paraíso.  Fueron largas horas de agonía, donde la gente exclamaba: a otros salvo y no se puede salvar a si mismo. Horas tristes, de mucho dolor y confusión, mas Jesús permaneció allí cumpliendo la misión redentora. Rescatarte a ti, a tu familia y a mi de las garras del pecado. Pues ahora todo aquel que invocare el nombre de Jesús, es salvo. Gracias a su sacrificio y entrega en la Cruz.

 

Finalmente, Jesús expira.

En la Cruz grito con todas sus fuerzas Eli, Eli lama Sabactani que quiere decir: Dios mío, ¿Dios mío por que me has abandonado? Y después de ello dijo Padre en tus manos encomiendo mi espíritu y termino así su función sobre esta tierra. Todo estaba consumado. Hubo un terremoto, tinieblas cubrieron el día, el velo del templo de Jerusalén se rasgo en dos, las tumbas se abrieron y algunos de los muertos volvieron a la vida y caminaron por las calles. El centurión romano que custodiaba a Jesús dijo: verdaderamente este era el Hijo de Dios.

 

Me conmueve rememorar este día, con tanta violencia hacia un santo inocente, con tanto dolor soportado y sufrido por amor. No nos queda mas que, al igual que el centurión romano. Caer de rodillas, reconocer su gran misericordia y ampararnos bajo su perdón.

 

Viernes de dolores. Tiempo para agradecer a Jesús por tomar nuestro lugar en la cruz

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