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“Cuando hayan acabado su testimonio, la bestia que sube del abismo hará guerra contra ellos, y los vencerá y los matará.”
Apocalipsis 11:7
En el capítulo 11 de Apocalipsis, dos poderosos testigos son enviados a la plaza de Jerusalén a testificar del poder de Dios. Estos personajes tienen superpoderes y hacen tremendas maravillas a los ojos de todos, pero aún así son odiados por la gente. Llega el día que “la bestia” los mata y todo mundo se alegra.
Que triste cuando vemos al mal triunfando sobre el bien. Produce confusión el observar los justos sufrir. No cabe duda que los hombres amaron más las tinieblas que la luz. Cuando veas y sufras las injusticias de este mundo, no te preguntes porque? Más bien
Debemos entender que:
- se ha perdido una batalla, más no la guerra. “
Siete veces caerá el justo y siete veces lo levantará el Señor” Jehova se revela muchas veces como El Dios de las Victorias. Así que de pronto podemos vernos rodeados, abatidos, conquistados y atrapados por el enemigo. Dios rugirá desde Sion y nos dará la victoria al clarear la mañana. Nuestro Dios no conoce la derrota. Era necesario que así pasara con estos dos testigos; mas adelante Dios les infunde vida nuevamente y conmocionan la ciudad. No te extrañes cuando Dios te mete a aguas profundas. Solo alábale y adorarle la victoria llegará.
- Estamos en el programa perfecto de Dios.
Así estaba planeado por Dios, ellos solo están siendo instrumento para su gloria. Están dando un espectáculo muy grotesco, pero, según el programa de Dios. Así es el guion. Como cuando el diablo pensó que había terminado con Cristo y eligió la forma mas ignominiosa de humillarlo. Todos sabemos que tres días después resucitó conforme a las escrituras. Ni Job perdió, ni Jeremías, ni Rut ni nadie. Cuando Dios nos permite pasar por el fuego es que vamos a salir mas refinados como el oro fino.
- No importa lo que le suceda a nuestro físico si somos libres.
Nunca podrán matar nuestros ideales, nuestros pensamientos, ni dirigir nuestros sentimientos. “No temas los que matan al cuerpo, pues al alma no pueden toca”. Los dos testigos fueron muertos, y sus cuerpos expuestos en la plaza pública y el mundo se alegró por ello. Hasta se enviaron regalos y felicitaciones unos a otros. Pero aún allí están dando testimonio y redarguyendo conciencias.
La justicia sale torcida en este mundo y muchos se confunden. Toman desiciones diciendo: “hagamos mal para que nos vaya bien” y de que sirve ser bueno?
Hagamos bien, aunque nos paguen mal. Dios está en el asunto y finalmente el nos dará la victoria. “No seas vencido de lo malo, sino vence con el bien el mal”. Es más difícil hacer el bien que portarse mal y muchas veces, a corto tiempo, el mal es bien recompensado. Pero no te confundas, todo a su tiempo. Dios reina u al final serás recompensado.
Lo demás es lo de menos.
Fortaleciendo a Los Santos 