“Y cantan el cántico de Moisés siervo de Dios, y el cántico del Cordero, diciendo: Grandes y maravillosas son tus obras, Señor Dios Todopoderoso; justos y verdaderos son tus caminos, Rey de los santos. ¿Quién no te temerá, oh Señor, y glorificará tu nombre? pues solo tú eres santo; por lo cual todas las naciones vendrán y te adorarán, porque tus juicios se han manifestado.”
Apocalipsis 15:3-4 RVR1960
https://bible.com/bible/149/rev.15.3-4.RVR1960
Gloria a Dios después de la victoria.
Quienes comienzan a entonar el cántico de Moisés son creyentes que fueron sacrificados en la tierra durante el tiempo de la gran tribulación. Han salido victoriosos porque se mantuvieron leales hasta el sacrificio y ahora alaban a Dios de esta manera.
Que dice el cántico?
Grandes y maravillosos son tus obras.
Quienes entonan, están convencidos de la grandes y maravillosas obras del Creador. Nadie en este universo, puede ignorar esa gran verdad. Por donde dirijamos nuestra mirada encontramos las grandes y maravillosas obras de Dios. Los médicos que estudian el cuerpo humano, los científicos que observan el universo, sus leyes. Las madres que experimentan en su vientre la formación de un nuevo ser. Todo alrededor es maravilloso y por si alguna vez hubo dudas en la mente de estos mártires glorificados. Ahora lo dicen a voz en cuello.
Justos y verdaderos son tus caminos.
Una de las confusiones más difíciles de superaré en esta tierra tiene que ver con la justicia.
Cuantas veces nos ha tocado ver al malvado gozando de total impunidad, feliz de la vida?
Cuantas ocasiones hemos visto al justo derribado por tierra, perseguido y despojado de sus derechos más elementales?
Cuantas veces ha sido mejor callar y dejar que los malos tomen la ventaja, tragándonos nuestra impotencia y dignidad?
El día del juicio justo de Dios, tarda, pero ha llegado y los justos están felices.
Quien no te temerá Señor?
Aquellos que fueron puestos para servir al pueblo, abusaron de el. Los que fueron ungidos para impartir justicia, se aliaron con el poderoso y pisotearon al débil por dinero. Los que alcanzaron riquezas y poder, se olvidaron de la misericordia y nadie impartió gracia y bondad.
Por eso aparece el Señor de señores y todos tienen que rendir cuentas ante El.
Tiempo al tiempo, esto pasará porque así está escrito.
Lo demás es lo de menos
Fortaleciendo a Los Santos 